Un fin de año diferente, ni mejor ni peor, sencillamente diferente. Lleno de matices, tal como fue el transcurrir de este año 2011.

Hace unos cuantos años ya, mi Vecina Favorita, muy encompinchada ella con una de las muchas costumbres maracuchas que espontáneamente aún se me hacen presente (el uso de metáforas para ilustrar una situación poco-cotidiana), al finalizar una de las tantas reuniones de la Junta de Condominio me dijo así, sin más ni más: "tú y tus frases!!!".

Hoy, que quiero resumir lo más suscintamente posible el devenir del año que acaba de terminar, se me ocurre que podría echar mano de ese parafrasear, que según mi Vecina, a quien tanto extraño, se me hace tan fácil.

Tres matrimonios en la familia más otro, al cual fui invitado muy especialmente, no es poca cosa y, además, con cierta pretención de perpetuar nuestras raices a lo ancho de la geografía nacional: Cubiro, Maracaibo y Caracas. Me los disfruté muchísimo.

La muerte no es que sea el más feliz de los temas para amenizar encuentros fortuitos y/o planificados, sin embargo, debo reconocer que en varias ocasiones me encontré revisando este asunto, eso sí, desde una perspectiva inevitablemente útil y matizada de mucho pragmatismo. Una experiencia necesaria y desestigmatizadora.

Conocer el mundo se está convirtiendo en un ejercicio muy entretenido y además, este año, tal como si fuera una ñapita, las vacaciones me llevaron a revisar mis precarias clases de Historia Universal cuando en algún libro, del cual ya ni recuerdo su portada, trataba de imaginar cómo brillarían en su época los imperios que llegaron a dominar nuestra civilización. Ese brillo aun deslumbra a quien visita Egipto, sin duda alguna, al lado de las manifestaciones políticas y sociales que mantuvieron en climax mi capacidad de asombro.

Granada y su maravillosa Alhambra, tanto de día como de noche, me hicieron sentir que "transitar por el camino menos transitado" ha valido la pena.

Encuentros entrañables con amigos también entrañables me hicieron sentir vivo y vivido. Me gustan!

Recientemente, me volvieron a proponer que tomara un programa relacionado con el autoestima, pero, la verdad, no es fácil sobreponerse al encuentro en la Red de uno mismo desde la perspectiva de alguien que te escribe mientras se toma, sin ningún propósito establecido, un café lleno de amistad y cercanía. Mil gracias.

En el plano laboral, Silver for Women resultó ser tierra fértil para anécdotas super interesantes que debería documentar en cualquier momento. Qué bueno es aprender. Se aprende!

Formar parte del condominio donde resido es una experiencia muy enriquecedora. Lo mejor de todo es la confianza. Aunque las mejores anécdotas surgen del intercambio, muy inteligente por cierto, que cada vez que puedo sostengo con Eduardo Sánchez, un vecino omnipresente que se empeña en no querer estar.

Así fue el transcurrir del 2011, pleno de familia, amigos, salud y trabajo. Qué más podía pedir, por lo que el final del año, lleno también de matices, tal como lo mencioné al principio, se me hizo merecido y además relajante.

Los buenos deseos están allí... no solo para para Heberto y para mí, sino para todos aquéllos que forman parte de mis quereres.

Feliz año 2012.