Mi querida Beatriz.

No tienes idea de lo contento que me puse esta mañana cuando recibí esos amapuches tan especiales que me hiciste llegar. Estaba seguro que no podría encontrar nada en San Andrés que cambiara ese estado de ánimo. Tu sabes... mucha playa, mucho sol, un gentío en paños menores y ese olor a pargo frito... estaba seguro que no me iban a hacer cambiar el "mood".

Recordé que Sonia también está fuera de Caracas y seguramente cuando recibió este saludo tuyo tan cálido e íntimo, tal como sabemos nosotros que solo tú puedes expresar, ... decía, también ella se sintió agradecida con la vida por contar con tan noble cariño. Así me sentí yo: Muy agradecido.

Pero, lamentablemente me duró poco. No vayas a malinterpretar mi sentir, pero es que, después de tomar el desayuno, muy caribe-colombiano él, decidimos dejarnos llevar por la brisa marina hasta que llegamos a una playa que llaman "El Acuario".

Verga!

El agua de Los Roques es verde turquesa tan clara, tan clara que esa tonalidad turquesa podría decirse que se convierte en un espejismo que se funde entre tanta transparencia. La de "El Acuario" también.

La arena de Los Roques es como un rocío de cariño para los pies. Es tan independiente y con tanta personalidad que tú sientes como si cada grano tuviera vida propia. La de "El Acuario" también.

Luego, la profundidad y además esa maravillosa cualidad que tiene la corriente de Los Roques que, sin sentirse, permite que te mantengas a flote con un mínimo esfuerzo... flotando, pues! La del "El Acuario" también.

Finalmente, están los pescaitos que si bien en Los Roques no hay tantos, de vez en cuando, también vienen a darte besitos en las piernas (como los de Bora Bora). Coño!, pero es que "El Acuario" es un acuario y además la gente lanza migas de pan para que se acerquen.. .así cualquiera gana. Por lo que debo concluir que los de los Roques son más naturales que los de "El Acuario".

Como te darás cuenta, no hallo cómo hacer trampa para que nunca se me olvide que no hay nada como Los Roques en "toda la bolita del mundo"... esta mañana dudé.

... ahora, con la paz que me deja este atardecer caribeño, recuerdo que en Los Roques hay gaviotas que nos las vi aquí y la langosta la escoges tú mismo "vivita y coleando" especialmente para ese festín de sensaciones y sabores que, en Los Roques, nunca termina.

Y lo más importante: La gente se ve más bonita en Los Roques... no importa de dónde vengan, el paisaje nos hace hermosos.



Ya volví a ser yo...

Un beso mi querida Beatriz por tanto cariño.
Un beso mi querida Emma por tanta cercanía.
Un beso mi querida Sonia por estar siempre allí.

Las quiero mucho

Edgar
Escrito en la Isla de San Andrés el 8 de enero de 2012, luego de la conmoción que me produjo el extracto de la nota de Beatriz que nos re-enviara Emma a Sonia y a mi.